Far far away land. I

(Probando la aplicación blogger para móviles...)

Lloro como una niña abandonada cuando quiero y no puedo hablar con vos. Y cuando no quiero y se me ocurre, pero no puedo hablar con vos. La imposibilidad me mata.
Te extraño, pero no es eso lo que me da tristeza. Es que me gustaría sentir que hablé todo lo que pude y aproveché todos los momentos, es decir, quisiera que te haya explotado lo suficiente como para no sentir que faltan cosas tuyas que no puedo descubrir. Quisiera que esté satisfecha de vos. Pero en realidad tampoco quiero estar satisfecha.
Qué maravilla triste es tener la suerte de conocer personas infinitas.

Una de las razones por la cual creo estar loca.


Quiero llorar. Hace mucho que no puedo llorar.

 No por incapacidad física, si no por incapacidad contextual. Quiero llorar mucho sin que nadie me diga que pare y sin alguien que me mire con pena. Sin que me pregunten por qué.  No quiero llorar sola porque me parece demasiado depresivo. No tengo ninguna razón concreta, pero quiero llorar por todas las razones que pueda inventar. Solo hacerlo y listo. Y deshacerme del peso de ir por la vida sin llorar. No puedo llorar sin mis reglas...

O quizás invento mis reglas para no llorar. Tal vez yo sea esa persona que me mira con pena.

Vos.

Vos, desde el momento en que me convenciste de ser tu compañera, ya sabía que estaba perdiendo. Desde el momento en que me convenciste que todo iba a ser perfecto juntos, como si todo eso fuera una invitación a salir.

Después me di cuenta que al tirarte de las orejas podía crear un mundo el que yo podía imaginar que todo era perfecto. Hasta que me fui, y en ese tiempo te olvidaste de todo.

Te olvidaste todo lo pasamos juntos el año pasado, te olvidaste que yo también era tu amiga y te olvidaste de todo lo que me prometiste. Y yo volví, como si mi viaje no hubiese durado dos meses, y me encontré con vos, que ni sabías quien era yo.

Y dijiste antes todos que yo te ABANDONÉ.

Hay pocas cosas que me duelan más que me digan eso. Yo no abandono a las personas. Y si lo hago, es totalmente inconciente. Soy completamente incapaz de abandonarte, no quiero que nadie se sienta como me sentí yo muchas veces. Decime cualquier cosa menos que te abandono...

Y así fue como sentí un odio absoluto hacia vos. Y después, (como todo mi enojo desemboca en tristeza) cada vez que te miraba me entristecía.

 "Cómo pude creerte. Cómo vos me podrías haber defraudado así. Cómo podés sentir que yo te abandono. Yo jamás lo haría".

Y así, tras pena y pena, hoy me animé a acercarme y me salió un "felicidades" desde adentro. Me dijiste que te esperara, y luego hablamos como si nunca hubiese pasado nada, y sonreías, sonreías tan inocentemente... Incluso me preguntaste "¿te cortaste el pelo?" y cuando pronunciaste esas palabras ya sabía que te había perdonado. Y que me había perdonado a mi misma.

Me di cuenta que te adopté como hermano menor desde un principio, que por eso la idea de abandonarte me quebraba en pedacitos, y que ahora, sonreirme como si nada y acordarte de que tenías una hermana, era suficiente para mí.


Hoy me encontré perdonándote todo lo que me dolió tanto. Sos mi hermano menor, no hay otra forma de explicarlo.



Ataque PAMI 1

Estoy sola en otra provincia hace tres semanas y me queda una más. Voy todos los días a la universidad, de 9 a 19, con portaminas de la suerte en mano y papel en el escritorio.

Diganme si no es una premonición de mi propia vida, diganme si no es para un ataque PAMI todo lo que me pasa, diganme que yo puedo dejar toda una provincia atrás, diganme que es tonto extrañar con anticipación, diganme que no me sienta culpable por la gente que siento que abandono.

Vacía.

¿Vieron esa sensación de sentir nada?. Ni siquiera estoy triste o contenta o incluso desesperada como hoy. Estoy nada.

Nada conmigo, nada con los demás. Incluso le pedí a mi amiga que se explaye en su historia de amor totalmente intuible simplemente para tener alguna problemática de algo. Hoy me aferré a un hecho simplemente para estar en crisis. 

Necesito algo para resolver, para especular, para maquinar. Estoy tranquila y eso me encanta, pero de una forma en donde siento que estoy distante del mundo, y el mundo de mí.